Después
de numerosos ensayos de laboratorio y pruebas en instalaciones, todas las nomas
están de acuerdo en fijar un máximo de resistencia térmica que no deberán de
superar los pavimentos de madera que estén instalados sobre un sistema de
calefacción/refrigeración radiante; este máximo es de 15 m2 .ºC/W hasta 17 m2ºC/W. Tomando como referencia estos límites fijados por las normas
internacionales podemos aplicarlos por ejemplo a un pavimento de madera de
roble de 22mm de grosor y compuesto por una o varias capas de la misma madera. Teniendo en cuenta que la conductividad térmica de la madera de roble,
por ejemplo, (valor este admitido por todos los comités internaciones) es de
0,18 W/m.ºC, tendremos que su resistencia térmica será de 0,12 m2 .ºC/W. Como vemos, hemos elegido un pavimento habitual con el grosor máximo
estándar en el que se fabrica, aunque también este mismo pavimento se fabrica
en grosores menores que como es lógico tendrán una resistencia térmica menor
del expresado. El valor de la resistencia térmica del pavimento vemos que no supera ni
los valores más restrictivos que figuran en las normas internacionales.
Es obligado por la norma EN 14342:2010 en su anexo ZA el que todos los
pavimentos de madera de venta o uso en la UE deben de reunir los requerimientos
de marcado y etiquetado en los que figuren los valores de conductividad y
resistencia térmicas del producto (entre otros datos), esto quiere decir que
para evaluar la conformidad del pavimento deberemos valernos de los datos que
figuran en el mencionado etiquetado.
En el supuesto de que un pavimento de madera superara los valores
máximos requeridos por las normas de referencia nos encontraríamos con un
pavimento que aun siendo compatible con las instalaciones de
calefacción/refrigeración por suelo radiante obligaría a que el funcionamiento
de la instalación necesitaría de una mayor temperatura de impulsión, esto como
decimos no haría sin más al pavimento incompatible, pero el gasto energético
como es de suponer sería superior al de proyecto y por tanto haría que la
eficiencia energética del conjunto fuera inferior al previsto.
En todas las mencionadas normas internacionales de referencia se
recomiendan medidas de conjunto para facilitar la transmisión térmica, entre
estas medidas se encuentran recomendaciones como que el sistema de instalación
más recomendable para los pavimentos de madera es el sistema de pegado al
soporte con adhesivos o la utilización de maderas con mayor conductividad
térmica. Derivado de las mencionadas recomendaciones y requerimientos de las
normas y con la finalidad de garantizar una perfecta compatibilidad de todos
los elementos que configuran una instalación de suelo radiante con pavimento de
madera, es muy recomendable la asistencia de un Control de Calidad que
supervise y colabore con la dirección de obra para obtener el éxito en la
instalación.
En cuanto al funcionamiento de las instalaciones de suelo
radiante en ciclo de refrigeración el sistema trabaja con las temperaturas que
garanticen un ambiente interior de 23ºC-28ºC , para lo que se necesitan temperaturas con
mínimos cercanos a los 15ºC.
Recordamos
que el punto de rocío o de condensación, es aquel en que las condiciones de
temperatura y humedad interior provocan la condensación del agua contenida en
el aire. E n todos los casos la condensación se producirá independientemente del
tipo de pavimento que se elija y por ello en el RITE (Reglamento de
Instalaciones Térmicas en Edificios) se puede encontrar la exigencia de que las
instalaciones de calefacción y refrigeración deben de contar con sistemas de
control del aire interior de forma que se garantice el bienestar e higiene de
las personas que utilizan o habitan una edificación.
Los pavimentos de madera maciza son perfectamente compatibles
con los sistemas de calefacción/refrigeración radiante, si bien su inclusión en
el emisor, al igual que otros pavimentos, debe de ser proyectada
convenientemente y su instalación debe de ser llevada a cabo con las garantías
necesarias por parte de personal cualificado, de forma que se realicen
instalaciones con éxito y se entreguen al propietario final para su disfrute.
Tengan la completa seguridad de que un pavimento de madera
instalado con un sistema de calefacción/refrigeración radiante, proyectado e
instalado debidamente, cumplirá con las exigencias de bienestar, confort y
eficiencia energética requeridas para cualquier edificación.
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