Las
bicicletas de madera parecen algo obsoleto, propio de los primeros tiempos de
este vehículo de dos ruedas. Nada más lejos de la realidad: varias
empresas y diseñadores en todo el mundo fabrican diversos modelos de bicicletas
de madera. Las propiedades de este material natural más los últimos avances
tecnológicos en diseño y producción se traducen en unas bicicletas más cómodas,
ligeras, resistentes y ecológicas que las convencionales. La madera es un
material biodegradable, reutilizable y reciclable que captura el dióxido de
carbono (CO2), uno de los principales gases causantes del cambio
climático.
Si
los bosques de los que procede se gestionan de forma sostenible, se convierte
en un bien totalmente renovable.