Las puertas correderas son una excelente opción
para aprovechar el espacio de la casa, también para conectar o separar
ambientes, y por supuesto, para decorar. Las hay para todos los gustos: de madera,
de cristal o de granero. En definitiva, podría ser una magnífica
manera de reformar nuestro hogar y optimizar el espacio. Hoy te traemos algunos
ejemplos de dónde puede encajar una puerta corredera y dónde
no, estancia por estancia, aunque te avanzamos que
nos encantan... ¿Tú eres partidario de este tipo de puertas?
De cristal y perfilería fina para el salón
Nos encanta esta idea de separar sutilmente la
entrada a la casa con la primera estancia con la que te encuentras: el salón. A
diferencia de tener un tabique o una pared, tener unas puertas correderas nos
permiten ya conectar con nuestro hogar nada más entrar y no toparnos con un
muro. El hecho de tener una perfilería fina y en color
negro también ayuda a separar conscientemente
los espacios y a apostar por una forma decorativa y
visualmente muy atractiva de hacerlo. ¡Claramente es un sí!
Puertas correderas con cristal transparente y
opaco en el comedor
Jugar con las puertas correderas y con el tipo
de cristal es una opción muy interesante que permite conseguir grandes cosas.
Por ejemplo, en una casa con una planta rectangular, las paredes de cristal
transparente son geniales para hacer creer que continúa el espacio. Ahora bien,
la zona noble de la casa puede estar resuelta de esta manera: con
puertas correderas de cristal opaco para preservar la intimidad. Una idea
genial y muy contemporánea. ¡Claramente es un sí!
Puertas de cristal abatibles para cocinas grandes
Evidentemente todo depende de los gustos. En
esta cocina, de grandes dimensiones, se optó por puertas que se cerraban en
abatible y quedaban recogidas en ambos lados de la cocina. El
arquitecto lo resolvió magistralmente porque las puertas
cuando quedan abiertas descansan sobre la pared, lo que hace que la apertura sea total. Si
hubieran optado por puertas correderas, una hoja de la puerta quedaría siempre
fija y sobre ella descansarían las otras hojas. Con lo cual, en cocinas grandes
y con posibilidad de apertura completa, mejor no apostar por puertas correderas. ¡Claramente
es un no!
Puertas granero en dormitorios rústicos
Son tendencia por su diseño siempre y cuando te
guste el estilo rural. La verdad es que estéticamente tienen mucha
personalidad, aunque también es cierto que hay una gran variedad de estilos,
siendo algunos más rústicos que otros, con diseños más ligeros. Para un
dormitorio en suite donde se necesite separar el cuarto de baño
de la zona de descanso, son una excelente opción siempre y cuando haya
suficiente espacio en la pared para que las hojas de la puerta descansen.
También se pueden usar como puertas de armario, contribuyendo así a demostrar que son super
versátiles también. ¡Claramente es un sí!
Puerta corredera para crear un espacio de trabajo
A todos nos gusta tener momentos para nosotros y
a veces, necesitamos silencio para leer, para trabajar o para desconectar.
Ahora que parece que el teletrabajo está cada vez más presente en nuestras
vidas, la mayoría hemos tenido que buscar un rincón o lugar desde el que poder
trabajar cómodamente. Y ¿por qué no? Ese lugar puede estar dentro del
dormitorio pero separado. Una puerta corredera puede ser la perfecta solución
para optimizar el espacio y crear un ambiente dentro de
otro ambiente. Por este motivo, nos encanta la idea y es ¡claramente
es un sí!
Puerta corredera para conectar con la terraza
Para salir a la terraza, optaríamos por puertas
de cristal, de eso no hay duda, sobre todo porque permiten que la luz
natural fluya y ambos espacios (salón y jardín) queden
mucho mejor conectados. Sin embargo, a la hora de elegir tipo de puerta, nos
decantaríamos por la que no es corredera porque sin duda, las que se abren con
abertura tradicional nos permitirán ampliar la apertura al exterior y tener una
experiencia tan increíble como la de la fotografía. ¡Claramente
es un no!
Fuente: habitissimo