Edificios sostenibles que consumen mucho menos que el resto. Se llaman edificaciones Passivhaus y el hotel más grande del mundo, de este tipo, se encuentra en Donostia.
Se trata del Hotel Arima, que consume un 75% menos que cualquier otro. Pero no es porque esté en medio del bosque de Miramón, sino por su arquitectura, gracias a la cual mantiene siempre la misma temperatura: usa la energía del aire exterior y no hace falta ventilar las habitaciones.
La propia tierra es la que calienta
este hotel, mediante 28 tubos que llegan a 150 metros de profundidad, donde
captan la energía, que transportan a unos bidones de agua a 65 y 45 grados.
Luis Rey, director de ventas del hotel, explica que allí tienen "un tipo
de huésped, cada vez más, que busca espacios sostenibles y que la huella de
emisión de carbono que hace a lo largo de su estancia sea mínima".
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