Keisuke Maeda, ganador de numerosos premios internacionales de arquitectura sustentable, ha proyectado esta vivienda en Fukuyama, donde el diseño arquitectónico sigue la escala del entorno y se vuelve parte suya en una exaltación de la madera.
Dos cuerpos de madera se encuentran, e interceptan sus direcciones opuestas entre las copas verdes de un bosque y la ladera de un cerro habitado. Dicha intercepción se da en un punto intermedio que define como “un nodo donde la naturaleza y el ser humano toman lugar”.
Ubicada en Fukuyama, prefectura
de Hiroshima, Japón, esta vivienda de 125 m2 se proyecta en un sitio
de poco más de 700 m2 entre una zona
residencial en la parte norte y otra silvestre al sur.
“Se trata de un espacio que crea un entorno interactivo con animales y plantas naturales en una escala más cercana al lugar. Para mantener el sitio grande
como es, pensé en crear un ambiente variado que se produce mediante la
manipulación de la sensación de distancia de la zona plana”, señala el
arquitecto, cuyo trabajo se distingue por un uso de la madera que da vida a
geometrías limpias y claras siempre en interacción con el entorno.
Fuente: Revista Ambientes.
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