Se considera revestimiento de madera a las piezas delgadas de madera maciza en las que predomina su longitud frente a su anchura, con las que se cubren y decoran las paredes, techos y otros paramentos de interior (excluyendo los suelos) y aquellas piezas que revisten paredes exteriores o fachadas. En función de esta clasificación podemos clasificar los revestimientos de madera en revestimientos de interior y revestimientos de exterior.
Las especies de madera más utilizadas en cada tipo de revestimiento serán en función de la durabilidad natural de la madera, lo que le proporciona idoneidad a cada uso.
Debido a que no existen problemas especialmente importantes con la humedad, en principio se podría utilizar cualquier tipo de madera. Además, la configuración de las tablas es prácticamente indiferentes, debiendo seguirse solamente criterios estéticos dependiendo de la forma y tamaño de las habitaciones. En cualquier caso, se debe de considerar criterios para favorecer una buena ventilación que evite la condensación y la humedad, evitando así problemas futuros.
Respecto a las especies de madera utilizadas en revestimientos de madera de exterior, la primera consideración es que han de poseer una durabilidad suficiente para resistir al exterior. Esta durabilidad puede ser bien natural o bien adquirida a través de tratamientos de impregnación en profundidad de un producto protector.
Una de las especies de madera
con durabilidad natural más interesante es el alerce, que es una especie que
se encuentra en Europa. Tanto su durabilidad como su alta resistencia mecánica,
hacen que la literatura posicione a la madera de alerce entre las
mejores especies de madera blanda cultivadas en Europa.
Fuente: Maderea
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